Observa.
El portal está al frente tuyo.
Hay dos leones.
El león del pasado.
El león del futuro.

El león del pasado camina hacia ti.
Presencia y fuerza pura. Sus ojos brillan de amor y compasión. Contiene la sabiduría del pasado.
Se reconocen. El tiempo es una ilusión.
El pasado era el presente revelándose ante ti. En el presente eres libre.
Te recuerda caminar con amor y compasión.
En reverencia a tu camino. A la perfección de vida que escogiste vivir.
Con paciencia. Abriendo espacio para la sabiduría.

El león del pasado te observa con amor y entendimiento.
Siempre estuviste sostenida y protegida. Era lo que fue y fue perfecto.

El león del pasado se retira, gracia y amor.

Le agradeces. Entiendes.

El león del futuro se acerca a ti.
Su presencia es fuerte, poderosa y magnética. Contiene el universo entero. Sereno y misterioso.
Amor sin fin.

Te da la bienvenida. Te sientes segura. Es tu momento. Todo lo vivido te ha preparado para ahora.

El león activa tu campo energético.
Sientes la luz, los códigos y la información que ingresan.
Poder puro de manifestación.
Luz divina en todas sus formas.
Te pide que no olvides:
Tu Soberanía
Estas creando todo.
Por ti, para ti y a través tuyo.

El león te entrega el símbolo de la vida.
Te recuerda que el portal solo se cruza en el momento presente.
Te entrega el mantra para ingresar protegida:

Soy libre, soberana y estoy protegida.
Siempre en la luz.
Soy la expresión de la divinidad.

El león del futuro se retira.
Cada paso que das es firme. Soberana. Libre.
Conectada con tu corazón. Creadora de tu realidad.

Este es tu momento. Encuentras el regalo más grande que te entregó la vida.
La realización profunda de tu existencia. Es todo lo que necesitarás.

Siempre protegida.
Siempre en la luz.
Escuchando tu corazón.

Disfruta esta aventura leona
Naciste para disfrutar esta existencia humana.
El pasado, el futuro, lo bello, lo difícil, el dolor y la alegría.
Todo está aquí.
Y es maravilloso.